Desde la Asociación de Empresas de Sanlúcar – AEMPRESAS no se encuentra explicación lógica para tan esperpéntica falta de gestión y de diálogo de un equipo de gobierno, incapaz de dar respuesta a cualquier reivindicación de los agentes sociales de la ciudad por muy básica que ésta sea.

No hablamos ya de falta de suelo productivo tan necesario para el crecimiento de las empresas y la creación de empleo de calidad, hablamos de Polígonos Industriales a oscuras, hablamos de Polígonos Industriales cuyos accesos son una selva de maleza y matojos, hablamos de falta de contenedores para la recogida de cartón, asimilado a residuos domésticos, hablamos de la falta de seguridad en todas las zonas productivas de la ciudad, hablamos de accesos a la ciudad de aspectos vergonzosos y peligrosos.

La ausencia del alcalde de Sanlúcar en todo aquello que se presume importante para la ciudad, se hace latente y patente en la reiterada inoperancia de la que hace gala la institución local que preside, a la que nadie se atreve a denunciar, pero que se ha convertido a lo largo del tiempo en algo grotesco y en una falta de respeto que roza la humillación a una sociedad que sufre impávida el infortunio de la incapacidad más absoluta.

En opinión de AEMPRESAS, cuando un alcalde no atiende a razones y se escuda tras el sectarismo radical que le viene caracterizando desde hace varios años, toda reivindicación por muy justa y simple que sea se convierte en una aspiración imposible de conseguir. En este contexto, quienes alcen la voz pidiendo una mínima gestión por parte del equipo de gobierno local, se convierten no se sabe por qué regla de tres, en enemigos públicos a los que hay que ningunear y marginar hasta hacerles sentir el desprecio más absoluto.

La Junta Directiva de AEMPRESAS no hace ni política, ni oposición a nadie, lo que si hace lo más honrada y dignamente posible es trabajar en pro del sector empresarial de Sanlúcar y por ende en pro del conjunto de la sociedad sanluqueña, y no se va a doblegar ante cualquier presión caciquil o desleal venga de donde venga.